Esta crema de quinua sin crema ha vuelta ser una sopa favorita y además es muy rápida de hacer.   Ahora se aparece en muchos eventos y pambamesas.  Déjenme decir, que la gente de Sudamérica, así como la de Francia, está disfrutando ahora de esta sopa básica, suave y exuberante con un toque crujiente! (Gracias a la fibra de la quinua no licuada.)

Esta es la receta de mi propia creación y algunos me han dicho que es incluso mejor que la clásica sopa de quinua ecuatoriana que lleva cerdo y papas. Comencé a promoverla en mi primer libro de cocina que ha vendido 50.000 copias. Esta Cuaresma también destaca la tradición de sin carne, pero no sentirás que estás ayunando cuando saboreas esta deliciosa sopa. Una sopa cremosa sin crema se vuelve rica y elegante gracias al maní o pepas de zambo. Realmente, la versión original preparé con maní, pero ahora con tantas alergias alrededor, me parece también es muy bueno, tal vez incluso mejor con la pepa de zambo.

Este es la sopa que quiero cuando necesito una comida de consuelo y tú vas a gozar tanto con esta sopa que a lo mejor volverá también la tuya.   Personalmente, me gusta añadir un ají/chile fresco para dar un toque de brillo al sabor. Simplemente cortar una hendidura en el ají/chile y agregarlo entero a la olla.

Y recuerde, la quinua es una proteína completa. Las mujeres andinas nativas, antes de la llegada de los españoles, instintivamente sabían su valor y la compararon con la leche materna y utilizaban la quinua durante del periodo de destete. 

Para equilibrar su dieta y obtener todos los macro y micronutrientes, sirva esta sopa de crema con una ensalada verde, o bien tiritas de verduras crujientes. Y luego, termine la comida con una fruta fresca.

Crema de quinua sin crema

1 1/3 tazas de quinua, lavada y enjuagada
1 ½ litros del agua
Refrito:
          1 cucharada de mantequilla (NO MARGARINA)
          (½ cucharadita de pasta de achiote – opcional)
          2/3 taza de cebolla blanca, picada
4 cucharadas al ras de maní molido o 5 cucharadas de pepa de zambo tostada
2 tazas de leche
sal
(1 ají rojo - opcional)

Cocinar la quinua en el agua durante 10 minutes en una olla de presión o 30 minutos en olla común hasta que cada grano sea abierto y el germen blanco pequeño ya no esté conectado al grano interior transparente.  

Hacer el refrito: calentar la mantequilla (con el achiote, si desea); añadir la cebolla blanca y freír a temperatura baja hasta que esté translúcida.  

Licuar una tercera parte de la quinua cocida con la leche, el maní molido y el refrito. (Poner el ají en la olla de la quinua, si desea) y verter el licuado, salar y calentar pocos minutos o hasta que se espese, mezclando para evitar que se pegue.

Salen 6 porciones.

 

 

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